Desde hace aproximadamente una semana, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha acelerado la tramitación de expedientes de homologación de títulos extranjeros. Este avance, que beneficia principalmente a ciudadanos españoles, europeos y residentes en España, ha sido presentado por la ministra Diana Morant como un triunfo en la gestión administrativa. Según sus declaraciones, el mes de noviembre cerrará con 7.000 resoluciones, un incremento significativo que multiplica por 12 la media mensual anterior. Sin embargo, este anuncio no ha sido suficiente para los miles de profesionales que llevan años esperando una resolución justa y transparente.
Profesionales que tienen sus vidas paralizadas denuncian graves inconsistencias en el proceso de homologación. Titulaciones idénticas, provenientes de la misma universidad y país, están siendo tratadas de manera desigual: mientras unas se resuelven favorablemente, otras son condicionadas sin explicación lógica. La indignación aumenta al descubrirse que incluso se están homologando títulos con fechas de solicitud del año 2024, mientras otros expedientes más antiguos, que llevan acumulando polvo durante más de cuatro años, siguen en el limbo burocrático.
Desde el colectivo «Homologación Justa Ya«, se alzan voces que exigen claridad en los criterios utilizados para la resolución de los expedientes. “No es justo que no estén respetando el orden de los expedientes. Están saliendo sin ningún orden lógico y transparencia en el proceso”, declara el colectivo. Esta falta de coherencia no solo mina la confianza en las instituciones, sino que también afecta la vida de profesionales altamente cualificados que desean contribuir al progreso del país en áreas clave como la sanidad, la educación y la investigación.
Mientras la ministra celebra cifras de homologaciones resueltas, miles de médicos, ingenieros, docentes y otros especialistas se enfrentan a la frustración de no poder ejercer sus profesiones, a pesar de contar con la preparación necesaria. La falta de un sistema claro y equitativo para resolver los expedientes no solo frena su desarrollo personal, sino que también priva a España de talento crucial en sectores estratégicos.
Es urgente que el Ministerio reconsidere su estrategia y establezca un procedimiento verdaderamente justo y eficiente. Si bien los números presentados por Diana Morant pueden parecer alentadores, no deben ser utilizados para encubrir las desigualdades y carencias que persisten en el sistema. La homologación de títulos extranjeros no debe ser solo un trámite administrativo, sino una oportunidad para reconocer el valor de quienes han apostado por España como su lugar para crecer y contribuir. Es momento de que las instituciones respondan con la misma diligencia y respeto que exigen a los profesionales afectados.
